En aquel entonces, había varios municipios con muchos viñedos buscando, desde mediados de los años 80, algún tipo de protección, un movimiento procedente de aquellos viticultores y viticultores que podían visualizar un futuro prometedor para un producto que valía la pena. Aquellos pueblos y aldeas que ahora son tan familiares para todo el mundo y se pueden ver a lo largo de la carretera, como Arganda, Navalcarnero o San Martín de Valdeiglesias, luego se levantaron como verdaderas puntas de lanza, junto con otros municipios como Chinchón, Aranjuez, El Lamo y Cenicientos que siguieron su ejemplo. Se habló de una denominación de origen: Vinos de Madrid, dividida en tres subzonas.
Hasta ahora, sólo se ha concedido al sur la denominación Vinos de Madrid, una distinción que aún no han obtenido otros municipios de toda la Comunidad Autónoma.
Historia
Tras un primer intento en 1973, la Denominación de Origen Vinos de Madrid comenzó a tomar forma en 1982, pero no fue efectiva hasta finales de los 90. Un gran cambio en la estructura de la industria vitivinícola de la provincia fue el factor que contribuyó al vino de Madrid a dar un salto del anonimato a una creciente presencia en los mercados.
En 1972 entró en vigor el "Estatuto de la Viña, el Vino y el Alcohol", un reglamento fundamental tanto para la producción vitivinícola como para las denominaciones de origen españolas. El Estatuto fue el punto de partida para la creación del mapa de las denominaciones de origen españolas. Gracias a ese Estatuto se produjo el proceso que más tarde dio lugar a las 40 denominaciones de origen, todavía válidas en 1992. En los años 70, la producción de vino de Madrid experimentó un aumento de las ventas, hecho que favoreceba un intento de obtener la A.O., respaldada por la Cámara de Agricultura y algunas cooperativas en 1973. Fue rechazado por el recién creado Instituto Nacional de Orígenes Designados, y ese proyecto vagamente esbozado fue pronto abandonado.
Según esta distribución territorial inicial, la Denominación Específica de Arganda consistió en seis municipios (Arganda, Belmonte de Tajo, Colmenar de Oreja, Chinchón, Valdilecha y Villarejo de Salvanés), Navalcarnero de dos (Navalcarnero y El Lamo) y la de San Martín de Valdeiglesias de cuatro (Cadalso de los Vidrios, Cenicientos, San Martín de Valdeiglesias y Villa del Prado).
Todo permaneció pendiente hasta la fundación de la Comunidad De Madrid, circunstancia que dio nueva orientación al proyecto. En diciembre de 1983 la Cámara de Agricultura de la Región Autónoma llegó a un acuerdo con el INDO para formar la Junta Provisional de Normas del Vino y establecer una única denominación dividida en tres subzonas, que se definió como la "Denominación Específica de Origen de Madrid".
Sin embargo, ese tampoco iba a ser su nombre definido, ya que el Decreto 31 de mayo de 1984 de la Cámara de Agricultura de la Comunidad Autónoma sólo había reconocido provisionalmente la "Denominación Específica de Madrid" junto con sus tres subdenominaciones, Arganda, Navalcarnero y San Martín.
El Reglamento de la Denominación Específica difiere sólo ligeramente de un Reglamento de Denominación de Origen. Territorios, límites de producción, rendimiento por hectárea, variedades de uva autorizadas, características del vino, registros de viñedos y bodegas, etc. se establecen de la misma manera que en una Denominación de Origen efectiva. El objetivo era allanar el camino, promover la innovación en la vinificación y apoyar la comercialización del producto embotellado.
El Reglamento publicado en 1990 fue objeto de nuevas modificaciones en 1996 y 2003. Establece condiciones relativas a la producción de uva destinada a ser protegida, y regula también las características de vinificación y uva. En resumen, los aspectos más importantes son la poda, la producción máxima de uva por hectárea (80 quintales para las variedades Malvar y Airén y 50 para el resto) y el rendimiento de zumo/uva de uva, que no puede superar un 70% (70 litros de zumo de uva por cada 100 kg de uva).
¿Por qué tres subzonas?
Porque el sur de la región autónoma es muy amplio y su clima y suelo cambian de este a oeste. Las variedades especiales de una zona pueden incluso diferir entre ellas; un vino cerca de la Sierra de Gredos de la Subzona De San Martín no se atribuye con las mismas cualidades que las que la montaña Guadarrama da a los vinos de Navalcarnero, o las cualidades que los vinos de Arganda tienen para ofrecer debido a su proximidad a Guadalajara y Cuenca.
Por esta razón, dividir y distinguir estos vinos, como se refleja en su cata de vinos, fue algo fundamental.
Los vinos no difieren del resto de la escena vitivinícola española. Hay, por supuesto, vinos blancos, rosados, tintos, vinos vintage y vinos jóvenes que compiten con confianza dentro y fuera de nuestras fronteras.
Así, aunque al principio la mera mención de la existencia de los Vinos de Madrid puede haber sonado "exótico" para algunos, ahora son bien conocidos, y están presentes en los mercados alemán, inglés, sueco, holandés, japonés y americano.
Actualmente hay 45 bodegas, todas ubicadas en el sur de Madrid de este a oeste, que comercializan el vino hasta el consumidor, ofreciéndole una amplia gama de variedades y procesos vitivinícolas que lo capturarán de inmediato, disolviendo cualquier posibles dudas sobre los Vinos de Madrid.
Variedades de Uva
Cultivares especiales:
- Albillo
- Garnacha
- Malvar
- Tempranillo
Cultivares autorizados
- Airén
- Cabernet Sauvignon
- Merlot
- Pequeña baya Moscatel
- Parellada
- Syrah
- Torrontés
- Viura o Macabeo
Enlaces externos
Fuente: www.vinosdemadrid.com